martes, agosto 29, 2006
¡Justicia!
He aquí una reflexión de nuestro amigo el Negrito, que bien vale ser la primera aportación a nuestro blog.
He visto en los noticiarios las manifestaciones de Osuna por la muerte de una mujer y su hija por parte del marido de la primera y padre de la segunda.
Un hijo ha declarado que su madre llevaba siendo maltratada más de 30 años y sólo pide que se haga justicia.
¿Justicia con quién?
Treinta años de palizas físicas y el pavor en el cuerpo para terminar asesinada por haberlo denunciado.
Miles de personas en manifestación cuando sólo hacía falta una que le hubiese dado cobijo.
En 30 años no ha habido nadie capaz de apoyarla, aconsejarla, sacarla de ese ambiente y guiarla para denunciar cada agresión, cada violación de la orden de alejamiento, cada susto al volver una esquina, cada respingo al oir unos pasos. Proporcionarle un hogar seguro, lejos del maltratador, llevarla a un psicólogo que le ayudase a eliminar el miedo, superar el sentimiento de culpa y aprender algo de autoestima.
Ahora todos lloran la muerte y todos los políticos anuncian que sus organismos públicos van a personarse como acusación particular.
Todos contra el maltratador, ahora que ya no representa ningún peligro porque el objeto de sus agresiones no existe. Pero antes nadie osó mover un dedo.
El hijo exige justicia, y en justicia su silencio y falta de acción le convierten en cómplice de las agresiones. Si llevas toda la vida siendo testigo y víctima de la situación, cuando consigues salir de esa casa no se te ocurre llevarte a tu madre para cuidar de ella y alejarla del infierno.
Todas las voces que se elevan ahora pidiendo justicia, debían haber gritado justicia cuando se podía remediar, ahora ya qué se va a conseguir.
Pero claro, una sociedad culpable no puede admitir su culpabilidad, necesita de un objeto de las iras populares, un responsable de todos los males, un chivo expiatorio que acalle las conciencias. 30, 40, 100 ó 1.000 años de cárcel para el maltratador y nos quedamos tranquilos hasta el próximo asesinato anunciado.
La sociedad no es culpable porque: tenemos una ley muy avanzada, hacemos campañas en la tv contra la violencia familiar, nos manifestamos con mucha indignación ante los asesinatos, …
Pero la que está viviendo el infierno de las palizas y vejaciones, cuando mira a su alrededor en busca de una salida sólo ve un muro de silencio y ocultación y calla y aguanta una vez más. Si finalmente no puede soportar más y denuncia, es despedida de nuevo al infierno, esos sí, con un papelito que atestigua que ha tenido la valentía de denunciarlo y que puede suponer que la próxima será la última. A lo mejor ése es el objetivo, cazar a los maltratadotes por asesinato.
Me dan arcadas cuando veo esta sociedad hipócrita y farisea que hemos creado, y encima presumimos de “progresistas”.
¡Buen comienzo!. Ahora aportad los demás.
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