Desde aquí quiero agradecer a nuestro amigo Huevi la Magñifica velada que nos preparó el pasado sábado. Aunque se echaron de menos algunos elementos notables, la noche transcurrió estupendamente. El Huevi nos puso hasta la colcha de pelotazos y ninguno era venenoso. Nos hacía falta al pucherito, después de los últimos acontecimientos, un buen rato de cachondeo. Gracias Huevi y felicidades por tu carrera, que yo se mejor que nadie lo que te debe de haber costado.
martes, noviembre 13, 2007
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